El cambio climático es una realidad. Nuestro mejor aliado para combatirlo son las plantas, por ello, hay que tenerlas siempre presentes y cuidarlas abonarlas de manera responsable. El abuso de abonos y pesticidas artificiales supone un peligro para nuestras tierras, aguas y mares. Parar mitigar esos efectos contaminantes tenemos la solución: el uso de abonos a base de insectos como abono ecológico del futuro.
Las ventajas del abono orgánico
Algunos estudios han demostrado que los abonos orgánicos incrementan la captación de carbono por parte del suelo, es decir, ayudan a reducir la huella de carbono Li et al. (2021). Biología del cambio global 27 (20): 5356–5367. Sin embargo, los abonos artificiales son altos en contaminantes, lo que supone un perjuicio para las tierras de cultivo y aguas subterráneas -y los problemas de salud pública que conllevan-.
Solución: abono ecológico a base de insectos
El mercado de la insecticultura está viviendo un rápido crecimiento, lo que supone un incremento en la producción de proteínas, quitina y, sobre todo, guano. El guano es el excremento de los insectos, es decir, nos encontramos ante un abono completamente natural, libre de productos químicos y procesados; resaltando que su producción es mucho más barata que la de los fertilizantes artificiales -por lo tanto disminuyendo los costes-. Esto, sumado a las grandes cantidades de guano que se están generando en las granjas de insectos, lo convierten en el abono óptimo para la agricultura.
El abono de insectos es más eficiente que los fertilizantes NPK
Existen investigaciones que aseguran que aunque los niveles de N, P y K sean equivalentes tanto en guano de insecto como en excrementos de aves, la realidad es que la descomposición y mineralización del primero es mucho más rápida que la de las aves, por lo que al usar guano de insecto se produce la liberalización de C y de N más rápido, siendo por tanto menos contaminante para las tierras y aguas (https://modernfarmer.com/2015/05/get-a-load-of-our-estiércol-guide/), (Houben et al. (2020). Naturaleza 10: 4659.) y (Eghball et al. (2002). Ingeniería de sistemas biológicos: artículos y publicaciones 139.)
También se han demostrado excelentes resultados de eficiencia de producción y calidad del producto cosechado, como altas aptitudes de la hoja y fruto, (Houben et al. (2020). Naturaleza 10: 4659.)
El guano de insectos es el mejor aliado para la salud del suelo
Algunas investigaciones demuestran que las plantas abonadas con guano soportan mejor las condiciones desfavorables, como son la sequía y las inundaciones (Poveda et al. (2019). Ecología aplicada del suelo 142: 110–122.) que las fertilizadas artificialmente. Además, gracias a la descomposición de la materia orgánica de la que está compuesta el guano, la actividad microbiana se dispara, generando beneficios para la salud del suelo. Todo ello sumado al mayor rendimiento que supone el empleo de este abono orgánico -y por lo tanto menores costes-, debemos decir que el guano de insectos es el abono ecológico del futuro. Si estás interesado en saber más no puedes perderte nuestra página de Abonos de InsectEAT